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Muchos de los cambios nacen a partir de una crisis o una necesidad. La comodidad no suele generar inquietud y sin ella el movimiento es casi nulo.

 

Nosotros partimos de la inquietud, de la observación de lo que pase en nuestras aulas, de las conversaciones con compañeros, tanto en el centro como en ese claustro virtual que muchas veces son las redes sociales y en especial Twitter y que nos daban señales de que la personalización del aprendizaje y la autogestión del alumno no se extienden a uno de los elementos cruciales del proceso de aprendizaje que es la evaluación.

 

Cuando surge el proyecto de Escuelas Creativas Adrià lo vimos como una oportunidad para dar respuesta a esa necesidad, para desaprender y volver a aprender, para empezar con la mente de principiante y salir de la visión de túnel en la que a veces nos encontramos.

 

El proceso que hemos llevado a cabo estos meses y de manera intensiva este último mes ha sido espectacular, porque como decía Einstein “la creatividad es la inteligencia divirtiéndose” y en este proyecto nos hemos divertido: escuchar a los alumnos, sus reflexiones, sus aportaciones ha sido una experiencia valiosísima. Poner a funcionar todo el proceso de Design Thinking combinado con las herramientas y estrategias de las guías creativas nos ha dado un recorrido que nos permite salir del camino en el que estábamos para darle la vuelta al proceso de evaluación y arriesgarnos en nuestra propuesta.

Reflexionar sobre nuestro aprendizaje, aciertos y errores y dar vueltas hasta extraer una receta fácilmente transferible a otros compañeros es un proceso que a veces cansa y desborda pero que, cuando todas las piezas encajan, produce ilusión y alegría.

 

Y ese entusiasmo es la conclusión que podemos extraer de nuestro proyecto de Escuelas creativas: ganas de compartir lo aprendido, de obtener retroalimentación de los compañeros que lo implementen, de generar debate que aliente el cambio. Estamos muy contentos y tenemos la sensación de que acabamos de empezar un camino diferente lleno de retos y oportunidades.

 

Evidentemente aún queda mucho por revisar y repensar con respecto a la evaluación. Sin embargo, tenemos un nuevo enfoque y estrategias para afrontarlo en compañía de compañeros y alumnos.

 

Esto no ha hecho más que empezar.

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